En busca del tiempo perdido

El último editorial tuvo una variedad de reacciones por doquier. Algunos muy a favor, otros en contra, y uno que otro indiferente.

No puedo continuar, sin embargo, sin resaltar también lo positivo. La mejor manera de lograrlo es volver la mirada hacia el camino por donde venimos. Como para desafiar aquella frase… «todo tiempo pasado fue mejor» , pero ¿por dónde empezar?

Érase una vez en la que nuestra clase media aún no le echaba ojos al ciclismo de montaña por lo que nuestra audiencia era limitada. Las pocas empresas del mercado corrían un riesgo muy grande, desde el sólo hecho de haber invertido en un mercado incipiente y es por eso que las premiaciones lucen modestas y austeras. Ojo también a los jerseys, mucho más limpios y para nada atiborrados de logos hasta en la axila como sucede ahora, algo que tiene sus ventajas y desventajas.

Hoy en día la presencia, la apuesta y el compromiso de las empresas es mayor. Es algo que debemos aprovechar (en el buen sentido) y también RETRIBUIR de manera minuciosa y pertinente.

Hemos comprobado de manera irrefutable que la participación en algunos eventos está muy lejos de ser rentable. En otros casos, sin embargo, los organizadores ya previeron el crecimiento y buscan cómo brindar una mejor visualización e identificación de las marcas para con los participantes.

Hace 8 años no contábamos con la variedad de toldos, colores, diseños, logos, accesorios y demás parafernalia que hoy en día visten muchos de nuestros eventos. Peor aún, nuestros «pits» eran rudimentarios, a lo mucho y nuestros mecánicos no contaban con gran infraestructura ni variedad de insumos. Todo esto era muy limitado.

Hoy… todos han crecido en sus respectivos menesteres

El 2014 empezó la explosión de los arcos por doquier, desde marcas de talla mundial como Scott hasta marcas tan locales y económicas como Monark. La variedad de colores y banderas en los toldos, los productos, las marcas exclusivas y demás parafernalia decoró nuestros eventos de tal manera que las cuotas de participación que exigían los organizadores para estar presente en el evento… se elevaron a la estratósfera.

Esta alza es natural y tiene sentido pero, al mismo tiempo, ha hecho mucho daño a las competencias ya que no se acostumbra ni se promueve la venta de productos in situ por diversos motivos. De cualquier forma, hemos avanzado.

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¿Y qué hay de los ciclistas?, después de todo sin participantes no hay evento. Desde que los clubes formaron ligas y éstas se asociaron para dar vida al proyecto del Campeonato Anual, hemos visto un crecimiento explosivo de las familias ciclistas con objetivos deportivos, gran cantidad de ciclistas que han dado el salto del ciclismo urbano o recreativo al ciclismo competitivo. Estos clubes están debidamente uniformados, con tratos específicos con algunas marcas importantes en nuestro medio, y son la línea frontal en la batalla por ganar adeptos al ciclismo competitivo. Hace unos años, si bien existían grupos, estaban muy desagregados y con poca o ninguna conexión o comunicación. Hoy en día todo eso ha cambiado y para bien. Deberíamos aprovecharlo.

Por si fuera poco, ahora también tenemos proveedores de movilidad a los eventos, con capacidad de entre 9 y 11 ciclistas (y sus bicicletas) de manera cómoda y segura. Antes tenías que ir pedaleando o, en todo caso, pedir un aventón, tal vez encontrar un bus que te deje cerca y con la incomodidad de llevar la bici en la bodega, expuesta a golpes, raspones e incluso robos.

Poco a poco, y si recordamos que la unión hace la fuerza, lograremos consolidar una comunidad ciclista consistente y sostenible, capaz de atraer mayor atención mediática y, por consiguiente, empresas fuera de nuestro ámbito que estén dispuestas a apostar por nuestro deporte, ya sea en temas de nutrición, entretenimiento, comunicación, etc. Y ni qué decir de la calidad de los productos visuales, que estoy seguro ha mejorado exponencialmente, en eso estamos desde Jurandyr Studios, y otras personas también.

Como podemos ver, nuestro panorama no es del todo sombrío sino más bien colorido.
Como dije en el anterior artículo, el futuro del ciclismo está en nuestras manos, no sólo en nuestras piernas 😉

Estoy seguro que, después de haber visto estas imágenes, te has olvidado de cualquier diferencia con cualquier otra persona, club, equipo, liga, etc. Esperemos que no las vuelvas a recordar.

¿Vas a querer hacerlo todo solo y tratar de conseguir todo para ti? ¿O vas a pensar en colectivo, lo que es mejor para el ciclismo a nivel nacional? Espero reflexiones un poco al respecto.

PD. Se viene un nuevo editorial con planteamientos clave para implementar en el proyecto deportivo. Mientras tanto, quedo en espera de sus comentarios o aportes. 

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